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Las herramientas sin costes de Google impulsan la venta de sus cursos de joyería

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Sandra Pampín y Gimena Caram llegaron a España hace más de una década buscando un futuro mejor. Procedentes de Venezuela y Argentina, respectivamente. La inestabilidad y las pocas oportunidades laborales en sus países de origen las llevaron a embarcarse en una aventura de la que se sienten muy orgullosas.

Ambas emprendieron el viaje en solitario con el propósito de alcanzar su sueño, y terminaron cumpliéndolo juntas: formarse en orfebrería y montar su propio taller de joyería. “Ser emigrante te da fortaleza, sin saberlo”. Gimena dejó Argentina con la intención de ser orfebre. Los primeros años fueron duros. Tuvo que trabajar en hostelería hasta que pudo invertir sus ahorros en estudiar en una escuela de joyería y orfebrería en Madrid. Sandra, por su parte, quería continuar con su carrera como arquitecta y pudo hacerlo durante un tiempo, hasta que llegó la crisis de 2007 y decidió reinventarse. Ella también empezó en la escuela de orfebrería, en su caso por curiosidad, y allí conoció a la que sería su compañera de vocación. Desde entonces Gimena y Sandra unieron sus caminos, aunque no fue hasta 2016, dos años después de terminar sus estudios, cuando decidieron emprender y juntas construir la escuela taller de joyería Studio Squina.

“El espacio ha ido evolucionando de forma orgánica”. Durante los primeros años, compaginaban su desarrollo artístico en el taller con otros trabajos que les permitían financiarlo, hasta que dos años después, al fin consiguieron dedicarse a su proyecto al 100%. Sandra y Gimena hacen encargos, arreglos y diseñan sus propias colecciones de joyas. Además, imparten diferentes cursos de joyería en los que muestran a sus alumnos los procesos y técnicas que los artesanos utilizan para crear sus piezas, algo que les diferencia de otros talleres. “Hoy en día es esencial mostrar los oficios de los artesanos para generar interés en la gente”.

Aunque “el espacio vive fundamentalmente de las clases”, también cuentan con diferentes tipos de cursos personalizados, que imparten ellas mismas, y también profesores/artistas invitados que completan un programa en el que se pueden realizar talleres monográficos y de larga duración.

Aprovecharon el tiempo que duraron las restricciones durante la pandemia para actualizar la web y promocionar sus cursos online. Hasta ese momento no ofrecían venta online y ahora el número de alumnas y alumnos ha ido creciendo ya que el proceso de venta es mucho más rápido y fluido."También creamos un Perfil de Empresa de Google y esto supuso que el tráfico de visitas a nuestra web aumentara en más de un 67%."

Consideran que tener un Perfil de Empresa de Google ha sido primordial para poder crecer y darse a conocer. “Las herramientas sin costes de Google nos han ayudado. Ha sido, sin duda, una de nuestras mejores formas de llegar a nuestros clientes potenciales sin hacer campañas. A todas las personas que conozco que están emprendiendo les recomiendo que tengan un Perfil de Empresa de Google. Es una herramienta sin coste que nos parece fundamental"

Además de incorporar a su negocio las herramientas digitales, estas emprendedoras crearon “Arte y Parte”, una iniciativa de diseño y confección de broches. El proyecto, dirigido a su alumnado para agradecer su apoyo incondicional durante la pandemia, derivó en un “suvenir solidario”. La colección completa se mostró en una exposición en Studio Squina, donde se podían adquirir las muestras. “Nos ayudó a generar beneficios para salir adelante”, concluyen.

“Entre el 30 y 40% de alumnos que han llegado a la web de Studio Squina lo han hecho gracias a Google. Hemos crecido en plena pandemia a pesar de la situación.”

SANDRA PAMPÍN Y GIMENA CARAM, ORFEBRES Y FUNDADORAS, STUDIO SQUINA

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